Cuando ves crecer a tus hijos vas siendo consciente de la cantidad de etapas importantes que viven los niños en sus primeros años. La introducción de los alimentos, el paso a los alimentos sólidos, la gestión del sueño, el fascinante proceso del habla, la motricidad, etc.
En muchas cuestiones son los profesionales quienes, desde fuera, nos pautan los pasos a dar, caso del pediatra en la paulatina incorporación de los alimentos. Sin embargo hay aspectos en los cuales los profesionales se limitan a orientar y aconsejar, pero la decisión final está en manos de los padres.
La explicación reside en que ciertos temas no se pueden medir: en el aprendizaje no todas las situaciones clave son ciencias exactas. Por ejemplo, ¿cuándo es el momento idóneo para quitar el pañal?
Que no os vuelvan locas
En este tema es frecuente recibir opiniones diferentes de distintos profesionales y expertos. Si además se os ocurre abrir la veda en vuestro entorno seguro que madres, padres, suegras, suegros, hermanas, tíos y demás familiares están encantados de opinar cuándo es el momento más adecuado para que vuestro hija o hijo abandone el pañal.
Si por casualidad se da la coincidencia de que vuestro peque tiene más de dos años y estamos en verano, no os extrañe creer escuchar una sirena de alarma en vuestro cerebro a todas horas: “¡Ahora! ¡Ahora es el momento ideal! ¡Que no se os pase el momento!”
La teoría oficial
En torno a los dos añitos y en verano, ahí es cuando hay que quitarles el pañal. La mayoría de opiniones se decanta por esta teoría. Razonando, tiene cierto sentido:
- A partir de los dos años el niño comienza a sentirse un ser autónomo.
- En verano es más fácil que vaya con una simple braguita que pueda bajarse para utilizar el orinal, y también es más fácil cambiarle si se hace pis encima.
- Si en septiembre llega al cole sin pañal, mucho mejor.
Bueno, no está mal. Como eso, como teoría. Porque nunca debemos olvidar que cada niño es diferente, con su personalidad y sus ritmos, y que, como decíamos antes, no se puede tomar el aprendizaje, y menos el infantil, como una ciencia exacta.
Acompañar
El control de los esfínteres, es decir, que un niño sienta cuándo quiere hacer pis o caca, es un paso muy importante que los niños dan en la conquista de su autonomía personal. Quitar el pañal es un proceso madurativo, no una obligación a llevar a cabo una vez cumplidos los dos años.
Como madres y padres sabéis perfectamente que a los niños les encanta ser independientes. Cuando comienzan a hablar y empiezan a expresarse, ¿cuántas veces responden aquello de “¡Yo solo!”, “¡Yo sola!”? Ellos son los primeros en querer hacer avances en favor de su propia autonomía, de modo que no debemos dudar de que también lo harán en este sentido.
Por tanto, en este momento hemos de limitarnos a acompañar al niño, sin presionarle. Sobre todo tenemos que estar seguros de que le vemos preparado para hacerlo. Entonces y solo entonces abordaremos la cuestión con la participación de todos en casa, con naturalidad. Y, sobre todo, sin hacerle sentir culpable.
Si veis que vuestro hijo o hija aún no está preparado, ¿qué sentido tiene presionarle? El control del esfínter es un proceso madurativo en el que el cerebro, el sistema nervioso y los músculos del niño tienen que hacer un trabajo en conjunto. Para ello, además, se ha de estar preparado fisiológica, cognitiva y emocionalmente. De poco o nada sirve obligarles si su cuerpo no está preparado para ello, si no son capaces aún de diferenciar sensaciones como “seco” o “mojado”, o si aún no son capaces de expresar sus necesidades. Seguro que esperar un par de meses más lo hace todo mucho más sencillo. Para ellos y para nosotros.
Entonces, ¿qué?
Un poco de paciencia, que allá vamos. Retomemos la pregunta: ¿deberíamos quitar el pañal en verano? Como solía decir un profesor mío, la mejor respuesta en psicología es “Depende”. Es decir, si veis a vuestros hijos o hijas preparados para ello, si notáis que son conscientes de que tienen ganas de hacer pis, si percibís su curiosidad, si os piden ir al baño o gritan “¡Pipí, mamá, pipí!”… etc. Entonces sí es el momento adecuado de intentar quitar el pañal.
Y si es verano, genial. Porque sí, para qué negarlo, el verano como época es fantástica para retirar el pañal. El buen tiempo y la ropa ligera hacen esta tarea más fácil y evita que nuestros hijos se enfríen si los primeros días mojan la ropa.
En nuestro caso, sin embargo, la peque se quitó el pañal ella misma nada más cumplir los dos años… en enero. Así que imaginaos: de buen tiempo nada. Con la mayor coincidió en Semana Santa. Y no tengo recuerdo de que fuera complicado en ninguno de los dos casos.
Operación antipis
Eso sí, cuando nos tocó a nosotros, retiramos todas las alfombras, colocamos sábanas de proteger los colchones sobre los sofás y unos protectores de colchón sobre la sábana de las niñas (apenas los primeros días) y nos dispusimos a tomárnoslo con mucha, mucha calma.
Con la cuestión del pañal nocturno hemos vivido experiencias distintas. Hay niños que controlan el pis día y noche desde el principio y otros a quienes de noche les cuesta más. Como os digo en casa hemos tenido de todo un poco, pero todo llega, y preocuparse en exceso no tiene mucho sentido. Cada niño tiene ritmos de desarrollo madurativo diferentes, un tempo que padres y centros educativos deberíamos respetar.
Consejos prácticos
Si casualmente tenéis en casa a un peque preparado para quitarse el pañal os dejo unos consejos que a nosotros nos han servido de mucho:
- Sustituir los pañales normales por los pañales de braguita, que son mucho más fáciles de subir y bajar.
- Ponerles ropa holgada, ligera y fácil de manejar.
- Colocar un orinal o adaptador en el baño para que se familiaricen con él antes de empezar la “Operación Pañal”. Podéis ir juntos a comprarlo y así les explicáis para qué sirve.
- Dejad que os acompañen al baño. Sí, no hay momento más íntimo, lo sé. Pero cuanto antes vean que es algo normal más fácil les resultará imitaros y querer hacer lo mismo.
- Tratad de abordar el tema de manera positiva, relajada, con mucha comprensión y sentido del humor. Y paciencia, mucha paciencia si la cosa se alarga un poco. Ya os cansaréis luego, ya, de tener que ir al baño antes de que tiren de la cadena, cuando quieran mostraros sus regalitos.
- Preguntadles de manera frecuente si necesitan ir al baño, pero sin obsesionarse. Y sobre todo recordádselo a las horas que es más frecuente que necesiten ir: tras las comidas, antes de echar la siesta…
- No les castiguéis si no lo consiguen los primeros días. Si se hacen pis o caca encima cambiadles enseguida y animadles para conseguirlo en la siguiente ocasión. No es algo que están haciendo mal; es algo que aún no saben hacer. Lo lograrán antes o después, y si es con vuestro apoyo mejor que mejor. De hecho, necesitan de vuestra confianza para conseguirlo.
- También podéis abordar y hablar de este tema con ellos mediante cuentos o juegos. Jugad que enseñáis a los muñecos a hacer pipí: colocadlos en el orinal, simular lo que se siente y sucede… También podéis leerles algún cuento sobre este tema.
Por lo demás, fuera alfombras, tened la fregona a mano, haceos con unas cuantas mudas y ropa de cambio en la mochilita de paseo. Con esto y un poco de paciencia lo conseguiréis seguro. Como lo hemos conseguido todos.